La estabilización de taludes es una técnica que tiene como objetivo mejorar la resistencia y la estabilidad de los suelos y las rocas que forman las pendientes naturales o artificiales.

Entre las principales técnicas actuales en construcción e ingeniería civil para la estabilización de taludes se encuentran las siguientes:

• La construcción de muros de hormigón armado, que son estructuras rígidas que soportan el empuje del suelo por su propio peso y su capacidad a flexión. Pueden ser de distintos tipos, como en voladizo, con pilotes o con contrafuertes, según la forma y el método de cimentación.

• La construcción de anclajes, que consiste en introducir elementos metálicos o de fibra en el suelo o la roca y fijarlos mediante un mortero o una resina. Los anclajes transmiten al terreno una fuerza de tracción que contrarresta el deslizamiento o la rotura del talud.

• La instalación de geotextiles, que son materiales sintéticos que se colocan entre capas de suelo para reforzarlo y mejorar su resistencia al cortante y capacidad de drenaje. Los geotextiles permiten hacer muros de tierra armada, que son estructuras flexibles que se componen de capas alternas de suelo y geotextil.

• Los muros mecánicamente estabilizados, que son similares a los de tierra armada, pero que utilizan elementos prefabricados de hormigón o de metal en lugar de geotextiles. Estos elementos se ensamblan entre sí mediante pernos o grapas, formando una pantalla continua que retiene el suelo.

• Los muros de pilotes, que son estructuras formadas por elementos verticales de hormigón o de acero que se hincan en el suelo o la roca, y que pueden estar unidos entre sí mediante vigas o losas horizontales. Los pilotes actúan como columnas que soportan el peso del suelo y reducen el empuje lateral sobre el talud.